The following is the translation of the article How to Speak to Someone About an Unspeakable Loss first published on tinybuddha.com
Por Linda Carroll
“No se trata de decir lo correcto. Se trata de hacer lo correcto.”
~Anónimo
Hace unos años, mi familia y yo nos mudamos a un pueblito bucólico de Nueva Zelandia donde fuimos inmediatamente acogidos por un grupo de expatriados y lugareños. Ya nos sentíamos profundamente conectados con esta comunidad cuando di a luz a un hermoso bebito en el hospital local.
Cuando nuestro hijo tenía tres meses de vida, el médico le descubrió un soplo en su corazón. Veinticuatro horas después, nuestro bebé murió.
Durante los días y semanas posteriores, deambulaba en mi propia nube de aflicción mientras realizaba las tareas necesarias de la vida misma: comprar alimentos, llevar a nuestros otros hijos a la escuela, lavar la ropa.
Mientras tanto, mis nuevos amigos permanecían distantes. Vi cómo hacían todo lo posible por evitarme: cruzando la calle, cambiando de góndola en el supermercado, literalmente dando media vuelta cuando me veían acercarme a ellos.
No hubo más invitaciones. El teléfono dejó de sonar. Mi duelo fue acentuado por un aislamiento más intenso que jamás había experimentado.
Más adelante, muchas de estas personas se disculparon. Me dijeron que estaban tremendamente tristes y afligidos por lo que había ocurrido, pero que no sabían qué decir en ese momento. Mi pérdida era tan enorme que cualquier palabra parecía inadecuada, incluso ofensiva.
No dijeron nada, por miedo a decir algo incorrecto.
Este tipo de experiencia se repite de diferentes maneras: una amiga que es abandonada por el amor de su vida, un colega que pierde el empleo que ha tenido por dos décadas, o un ser querido que recibe la temida noticia de que su cáncer es inoperable.
¿Qué puedes decir?
Si bien no es una pregunta fácil de responder, algo es seguro: Es peor no decir nada que decir algo incorrecto. Aquí describo cinco formas de responder amablemente a personas que han sufrido una enorme pérdida.
- Primero afronta tus propios sentimientos.
Cuando nos enteramos de que un ser querido ha sufrido una tragedia, lo primero que sentimos es shock. Aumenta nuestra frecuencia cardíaca, nuestros pensamientos se aceleran o enlentecen, y podemos experimentar náuseas o mareos.
La ansiedad que sentimos es real y personal. Nuestro instinto, sin embargo, nos lleva a ignorarla, a encontrar la manera de anestesiarla o minimizarla. Eso es un error.
Si primero afrontamos nuestra ansiedad, nos encontraremos mucho más fortalecidos para responder bien a la persona que ha sido afectada de manera más directa. Haz lo que sabes hacer para afrontar tu estrés. Un paseo en el bosque, algo de meditación o yoga, o hablar con un amigo confidente son ejemplos de lo que puede ayudarte.
Asegúrate de que tu propio cuerpo y emociones se hallen regulados antes de hablar con la persona en duelo.
- Ahora concéntrate en la otra persona.
Recuerda que la soledad que perciben es casi tan dolorosa como el shock y la tristeza de la misma pérdida. Si los evitas por no saber qué decir, esto solo protege tus propios sentimientos.
Nuestros amigos y seres queridos necesitan nuestro consuelo, apoyo, y contribución durante los momentos de dolor.
Aunque no existe la frase correcta, existen algunas que nunca deben pronunciarse. Entre ellas incluyo la típica y favorita “Todo sucede por algo”, o “Sé exactamente lo que sientes”. ¿Cómo sabes que existe una razón para lo que sucedió? Y-de todos modos- ¿de qué le serviría saber esa razón a la persona en duelo? Y tú no sabes cómo se sienten ellos: solo ellos lo saben.
- Admite que no sabes qué decir.
Es un buen comienzo. Intenta con algo simple que rompa el hielo y que comience una conversación; o al menos, que envíe un mensaje que le transmita a la otra persona que no se encuentra sola.
“Lamento que estés pasando por esto. Desearía poder decir la frase perfecta, pero sé que nada puede resolver esta situación. Solo quería que supieras que esto me importa y que estoy aquí contigo.”
- Escucha.
Si la persona desea hablar, escúchala. Es lo único y lo más importante que puedes hacer.
Escucha su historia sin interrumpir. No lleves la conversación a tu vida personal, agregando frases como “Sé lo que estás pasando: mi perro murió el año pasado.”
No les digas lo que van a sentir, o lo que deberían sentir. Simplemente reconoce su dolor y escucha el relato de lo que ellos están viviendo.
Todos tenemos diferentes estilos de afrontar el shock y el estrés. Algunos se enojan, mientras que otros parecen anestesiados. Incluso algunos recurren al humor negro. Tu tarea no es corregirlos, sino darles espacio para que se expresen de la manera que precisan hacerlo.
- En vez de decir “avísame si hay algo que pueda hacer,” ofrece hacer algo práctico y específico.
Algo que ayuda mucho es encargarse de alguna tarea cotidiana. Ofrece hacer las compras del supermercado, hacer trámites, llevar a los hijos a sus actividades, o preparar el almuerzo o la cena. Pregunta si puedes llamar al día siguiente, o si prefieren estar solos por unos días.
Cuando Dave Goldberg-CEO de la empresa de encuestas Survey Monkey- murió repentinamente, su esposa-Sheryl Sandberg- escribió lo siguiente:
Cuando me preguntan “¿Cómo estás?” hago un esfuerzo para no gritarles “mi marido falleció el mes pasado,¿cómo crees que estoy?” Cuando oigo “¿Cómo te sientes hoy?”, me doy cuenta de que esa persona sabe que lo mejor que puedo hacer en este momento es sobrellevar cada día.
Hoy, al recordar la pérdida de mi propio bebé, pienso en la única persona que realmente me ofreció contención. Ella llegó a casa con una botella de buen brandy y dijo: “Ésta es la peor pesadilla que nadie quiere tener. Lamento tanto tanto lo que ha sucedido.”
Luego, nos sentamos en el césped y ella me sirvió un trago mientras escuchaba cada detalle horrible de mi historia.
Ahora, al recordar lo sucedido, aún siento cuánto me ayudó su gesto a afrontar esos días de dolor. Ella no intentó “repararme”, tampoco intentó darle sentido a lo que había ocurrido. Ni siquieraintentó consolarme. El consuelo que me dio llegó solo por su compañía dentro de mi duelo.
No puedes resolver lo que sucedió, pero puedes sentarte con alguien, a su lado, para que no se sienta tan solo. Eso requiere solo tu intención, estar dispuesto a sentirte incómodo, y un corazón abierto y atento. Es el regalo que puede hacer la diferencia.
Generously translated by Nadine Koharic
Image Source: tinybuddha.com
Leave a Reply