Grieving Parents Support Network

Find ways for healthy grieving

  • Start Here
    • Welcome, Friend
    • Legal Disclaimer
    • Meet the Founder Nathalie Himmelrich
  • Grief Support
    • Need Grief Support?
    • Peer Support
    • Resources
      • Grief Support Books
    • Supporting Yourself
    • Honouring Your Child
      • Donating a CuddleCot
      • Charity Work
    • Being Supportive
  • Donate
    • Our Charity
    • Make a Charity Donation
    • Our Donors
    • Donate Books
      • Memory Packages
      • Order book packages
  • Books for Grieving Parents
    • GPSN Resource Books
    • Surviving My First Year of Child Loss
      • Surviving My First Year of Child Loss | Book
      • Surviving My First Year of Child Loss | Contributors
      • Donate to the Not-for-Profit Project
    • Das erste Jahr nach dem Verlust meines Kindes überleben | Book
    • Grieving Parents | Book
      • Praise for Grieving Parents
    • Trauernde Eltern | Book
    • May We All Heal Playbook
    • Purchase Books
      • Bulk Order Discounts
      • Order book packages
      • Donate Books
    • Reviews
  • Projects & Events
    • Bridging the Grief Gap
    • May We All Heal
      • May We All Heal 2022 – A New Beginning
      • Share Your Story
    • Advent Calendar
      • Advent Calendar Giveaway Event
      • Advent Calendar Gifts
      • Giveaway Terms and Conditions
    • PAIL — Pregnancy and Infant Loss
    • Grief Reflections
      • Discussions Archive
      • The Hosts – Carly and Nathalie
      • 10 Things About You {Grief Aside}
      • GR Disclaimer
  • Blog
    • Share Your Story
    • Contributors
  • Free Updates
  • esEspañol

Carta al amigo de una madre doliente que vive en su «nueva normalidad».

noviembre 3, 2016 By Nadine Koharic Leave a Comment

"El duelo no te cambia, te revela." John Green

«El duelo no te cambia, te revela.» John Green

Escrito por  Nathalie Himmelrich el 1ero de julio de 2015

The following is a translation of the article  A letter to a Friend of a «New Normal» Grieving Mother.

Querido amigo,

Ha pasado un tiempo desde que me contacté contigo. Estaba ocupada. Ocupada sobreviviendo. Ocupada haciendo mi duelo.

He estado más focalizada en mi viaje y en mí que en los demás. Debía hacerlo. Por mí y por mi familia. De lo contrario, quizás ya no estaría presente.

Mi hija ha muerto e incluso si/aunque hace meses o años que ocurrió esto, mi recuerdo está tan fresco como si hubiese ocurrido ayer. Para el mundo externo, esto se convirtió en una historia: la historia que la gente cuenta en el mercado sobre la mujer que perdió a su bebé. Pero incluso esas conversaciones han comenzado a menguar a medida que la noticia ya no merece aparecer como nota de tapa. En el mejor de los casos, se ha convertido en un recuerdo. Un recuerdo que se desvanece.

Quizás me vea mejor en mi apariencia externa, y a comparación de las primeras semanas y meses, estoy mejor…O al menos eso parece. Hasta que el dolor vuelve a derribarme como esa ola inesperada que te sorprende a tus espaldas. En esos momentos no me reconocí. Los momentos en los que fui esa mujer loca viviendo su «nueva normalidad»,maldiciendo en voz alta cada detalle de su vida, deseando su propia muerte para terminar con este dolor. Esto, sin embargo, ocurría en general (no tan) silenciosamente a puertas cerradas. Estos momentos ocurren con menos frecuencia ahora…Al no contactarme contigo, te evité esos momentos. No te hubieran gustado. A mí misma no me gustaban y aún no me gustan. Te habrías consternado tanto con la «nueva normalidad» de tu amiga que hubieras dejado de estar en contacto con ella.

Acostumbrarme a esta «nueva normalidad» ha sido un duro camino para mí, y honestamente, mi «nueva normalidad» no se parece en absoluto a la yo normal que conocíamos tú y yo. Pregúntale a mi marido, la roca…quién sabe cómo se las arregló para no marcharse. He mantenido esta «nueva normalidad» entre paredes por mucho tiempo porque verás, no tiene (o tiene muy pocas) habilidades sociales. Prefiero pasar el tiempo con ella a solas; no significa que sea una compañía agradable pero simplemente no se adapta a mi vida antes de la pérdida. Fue mi forma de preservar a quienes quedaran disponibles.

No solo he sido un desastre de amigo en mi «nueva normalidad», también he sido un desastre en mi «nueva normalidad» como madre, esposa, hermana, hija, ser humano. Cuando advertí yo misma que tenía que integrarme a esta «nueva normalidad», luché contra esta realidad. Ella, o más bien yo, tuve que volver a aprender a vivir, a relacionarme con la gente, a cuidarme, a estar en una relación, a ser un ser humano responsable, a tratar las cosas y a la gente con respeto…más que nada a mí misma.

La «nueva normalidad» no tiene energías ni deseos de complacer como antes. Renuncié a regresar a ser o a obtener la antigua yo que solía ser…y sucumbí a esta «nueva normalidad». Resistirme es agotador e inútil. Cuanto más honesta y directa noté que era y es esta «nueva normalidad», me hallé menos socialmente digerible. Una simple pregunta para comenzar una conversación como sería «¿Cuántos hijos tienes?» convierten a esta «nueva normalidad» en una aguafiestas. Y a quienes conocen la historia, los imagino poniendo los ojos en blanco y pensando: «Aquí vamos de nuevo…»

La triste verdad es que me acostumbré bastante al hecho de que mis amigos prefieran mantenerse lejos de mi «nueva normalidad» y puedo comprender en parte tu potencial motivación. Por más que la «nueva normalidad» ha necesitado hablar de esto, quizás ella/yo haya saturado tus oídos y sobrecargado tu capacidad de escuchar. Yo misma preferiría que esta «nueva normalidad» pudiese contar una diferente historia de vida.

Ahora quiero ser una buena amiga en mi nueva normalidad.

Esta amiga es honesta, real y auténtica.

Cuando integre esta nueva normalidad…

Te llamaré o me pondré en contacto cuando realmente lo sienta.

Diré las cosas como son.

Siempre mencionaré a todos mis hijos, vivos o muertos.

Aprenderé a amarme, a amar la vida y a amar aquello por lo que estoy aquí.

Apreciaré tu paciencia, amor y cariño.

Seré humana,falible e imperfecta.

Y esperaré que tú te encuentres con tu propia humanidad.

 

Comparte esto:

  • Twitter
  • Facebook
  • Pinterest

Relacionado

Comments

comments

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 × dos =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Hi There, I’m Nathalie…

I'm the founder of the Grieving Parents Support Network (GPSN), the May We All Heal peer support group. I'm also the author of numerous grief resource books. As a psychotherapist, I work mainly in the area of grief recovery. You can also find me here @NathalieHimmelrich Read More…

  • Start Here
  • Order book packages
  • Donate
  • Donate Books
  • Privacy Policy

Copyright Nathalie Himmelrich © 2023 · Log in

We use cookies on our website to give you the most relevant experience by remembering your preferences and repeat visits. By clicking “Accept”, you consent to the use of ALL the cookies. However you may visit Cookie Settings to provide a controlled consent.
Cookie settingsACCEPT
Manage consent

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Guardar y aceptar
 

Cargando comentarios...